Lugares de mentira y engaño. Personas que no son, ladrones de guante blanco. Amantes esclavos, novios del amor.
Una vibración en aumento y el aire cálido se hace denso. Hace rato que el lugar había dejado de ser grato y la llamada sonaba a silencio.
Hace tiempo que viajo franco olvidando mis escudos, aunque como buen observador descubro el murmullo en la mirada; la desconfianza del guetto.
Sonrío y simulo, sigo el rumbo; mientras las miradas pierden el sentido de lo justo.
Pensar que alguna vez creí. Pensar que compartí más de lo que debía... y así caí en sus redes de ficciones, espejismos de amistad.
Hoy volví para seguir sonriendo, para abrazarnos por el tiempo perdido.
Pero esta vez, la vuelta, tiene sabor a arena entre los dientes.
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