A medio empezar. Sin esperanza ni destino. En la cornisa. Sin derecho para andar.
Hecho de a ratos y con goteras. Algo rengo y desalmado.
Malgastado, con la lima de los trasnochados y el repiqueteo molar del aliento adulterado.
Viaja en el cachengue ahogado del carnaval y es sombra.
Emborracha lo que no pronuncia.
... con la vergüenza de mirarte sin permiso, me hago marginal.
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