Hubo un momento en el que te miré a los ojos y algo de vos había partido y el eco de tus frases se perdía sin razón.
Confuso.
Hubo un momento en el que te miré a los ojos y el fervor de mi deseo, como vapor, huyó.
Y el vacío, la tristeza de la ilusión de haberte encontrado.
El instante de amor imaginario.
La distancia entre los dos hizo silencio y no paramos de hablar.
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