¿Cuál es límite preciso donde tu vecino es un extraño?
No hablo del simpático, tampoco del que tiene perro. Hay un tipo de vecino que incomoda. Es el que viene caminando frente a vos y nunca sabes si saludarlo. ¿Qué decís?, ¿saludas?, ¿un gesto?, ¿cabeceas, afirmando con el mentón?
En la puerta podes hacerte el apurado. En la vereda el distraído. Pero en el ascensor estás obligado.
Muchos eligen el silencio y ahí nace el comentario, el recelo; "El Murmullo",... los incómodos, en la sombra se agrupan, se olfatean; se reconocen. Se amontonan, hablan y marcan la diferencia... Son los que se presentan y se despiden cuando se mudan, los que hace veinte años pedían un poquito de azúcar, los que hablan del clima y se horrorizan con la televisión. No hablan de política ni de religión. No profundizan en nada, miran más de lo hablan y hablan más de lo que dicen.
El del tercero es un mal educado.
No falta la señora que aclara: un mal aprendido, seguramente los padres lo educaron bien, pero los chicos vienen perdidos.
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