No era el momento ni el lugar, pero mirarnos fue más que deseo.
No existieron palabras, poco importaba si yo era gris y ella azul.
Fue mirarnos para no conocernos.
Ella tenía algo de mí y yo me fui con algo de ella.
En silencio y con tus ojos.
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Al fin y al cabo todo lo que nos llevamos es silencio, vacío.
ResponderEliminarMe gustó que lo dijeras.
A veces, saberlo, es la parte mas dura de este camino.
ResponderEliminarGracias por la devolucion.
Saludos