jueves, 1 de abril de 2010

Algo sobre ella

Desconozco el momento preciso en que ella dejó de ser una desconocida.
Existió una primera vez, un primer instante donde fuimos ajenos; donde mirarnos fue la simple consecuencia de un movimiento. Pudo ser el repaso de un grupo de caras, quizás fueron cien veces cruzándonos hasta reconocer un modo, un anillo. Quizás anduvimos juntos en subte, en direcciones contrarias; compartiendo una mirada de vagón a vagón entre estación y estación. Quizás caminamos la misma cuadra, quizás le robé un taxi, le pedí fuego o la esquive con apuro.
Pero seguramente alguna vez fuimos nada... sin darnos cuenta.

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