Túneles, recovecos de ambulantes. Sombríos, polvorientos. Caminos de sombra. Caminos errantes.
Pasajes adoquinados, incómodos; obsoletos. Calles para uno.
El café me espera en la misma esquina, como si el amor fuese parte de la eternidad.
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Precioso..
ResponderEliminarGracias por pasar y más aún por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarHola Manuel Emiliano, breve pero lleno de sentimientos intensos este escrito. A veces he pensado que el amor esperaba en vez de en la eternidad de un café, en la de un banco de un parque (de hecho creo que hay una película con ese tema).
ResponderEliminarTe encontré en el concurso 20blogs. Estoy en "Mi Matrix Particular" por si te apetece echar un vistazo.
Un saludo desde Madrid.
Trinity que bueno que hayas entrado, me alegro por tu visita.
ResponderEliminarEl amor, creo, desde la visión positivista siempre espera; pero desde visión melancólica nos esquiva a su antojo. Todo depende de tu mirada. La mia suele atravesar la nostalgia.
En breve paso a verte. Saludos.
Y la eternidad nos susurró al oído.
ResponderEliminarA mi, me repetia tu nombre.
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