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Estoy lleno hasta colmarme.
Me rebalso.
Repugna la tristeza sin llanto.
No tengo respuesta.
Hablas algo.
Y puedo mirarte hasta la ceguera.
Pero la velocidad del mundo, aquieta.

Cámara lenta.

Principio de la negación y la salud mental, para vivir sano, centrado y en equilibrio.

Elijo no ver lo que duele.
Ando agotado del miedo e impregnado de dolor, me hago indiferente.
Busco e intento.
Vuelvo a niño.
Quiero ir inocente.

Último día.

Hoy es un último día.
Algo termina, mas allá del mes y sus crónicas vespertinas.
Llega el fin de la media juventud.

Me maduran los años sin aviso.

Empiezo a ser viejo, de a ratos.
Los comentarios esconden algo de recelo y lo joven, es cada vez más lejano.
Ya no entiendo los gestos.
Las modas se repiten y los chicos usan mis viejos pantalones anchos.

Modernidad es la palabra más antigüa en mi vocabulario.
Es mi último día y prefiero ignorarlo.

Aburrido.

Me canso de mis ideas, de los silencios.
Me aburren las verdades y el principio de las mentiras.
Todo lento, sin sorpresas; pasa que me doy cuenta. Se cae tu misterio.
Encuentro las vueltas en tu cabeza.
El recorrido rutinario de tus ideas.
Un mismo poste, la misma esquina; alguien grita alto; un silbido y tu boca dice todo lo que me temía.
Vuelve a empezar; y ya estoy cansado.
Tus palabras ocupan todo el espacio. Alborotan desparpajo.
Seguís y no hay limite para tanta verborragia.
Me censuro, me impido. Cierro. Bajo la cortina.
Me preferís ausente.
Me hago testigo.

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Cuanta Sarli esta madrugada para los tuiteros de la trasnoche. Mucha charla vacía, por el solo hecho de hablar, de mover la mandíbula.
Como se banaliza el dialogo, se empobrecen los sentidos y se atoran las ideas. Las pequeñas pantallas. Los calambres; la rigidez de las gemas ampolladas y una idea tonta para llenar el éter.
Se idiotizan, se repiten. Se creen inmortales. Destellos de sabiduría.
Todo lo tonto se difunde.
Me enoja, lo lamento; me apeno.

Soñame.

La mañana se acerca, escondida en la noche.
Se acerca en cunclillas.
Traiciones del día.

Contame un sueño.
Despertame del mío.
Traeme el cielo.
Acurrucate.
Haceme noche.
Soñame vestido.

Atraviesa destinos.

Los secos.

La lluvia se olvida de los secos, como si fueran ajenos a su estado, a su responsabilidad.
Los secos son otros, los invisibles, los que no estan.
Son todos esos que el tiempo olvida y los culposos tardan en recordar.
Los ocupantes nocturnos. Los delirantes. Los que avergüerzan. Los que entran sin saludar.

Switcher Master.

Un rebote, veinte años atrás. Inmenso. Viajero.
Un sonido acumulado en la retina. Algo titila y se hace.
Música. Parece música.
Una sonrisa se extiende en el tiempo. Algo vuelve.
El pasado joven de mis años.
La danza de los pasos olvidados.

Soñado.

Nos perdimos para encontrarnos.
Cada mañana roba una magia.
Y un instante se come al tiempo.

Y la noche al sexo, y tu sexo al mío.

Un suspiro huye.
Un intento se hace alma.
Una llamada al destino.
Te llevo conmigo.

Venimos distintos.
Viajamos inciertos.
Vibramos.
Volcamos en vivo.

Parejos/as

De a poco te entiendo y me enamoro.
Repaso tus sitios. Te alojo.
Busco anidarte y en el vuelo de tus pájaros; me hago loco.
Algo tuyo me viaja.
Hasta lejos y cerca.
Aproximados.
Pareja y parejo.
En la risa y el beso.
Alborotados.
Una mirada. Fina.

Imaginario.

Se escriben. Se hablan. Se dibujan el alma.
Cartas simbólicas, del imaginario al cuerpo.
Desnudos pero cubiertos.
Se protegen.

Se miran. Se tocan. Se encuentran bellos.
Se reconocen por el trazo.
Parecen iguales y son parecidos.
Se cuidan del silencio.

Amantes secretos.
A voces, de lejos.
Les urge, les pica. Adoran lo bello.
Tan superficial es.

Se escriben el cuerpo.
Se tatúan.

Tu Pic en Fcbk

Caen tus gaviotas en mi noche.
Caen y son llanto.
Son la amarga despedida de tus besos.
La tristeza del amor.
El amor en su ángulo más perverso.
El amor que nos deja. Que nos hace solos.

Tu retrato.

Algo de vos en cada una de ellas.
Algo tan tuyo en las que se dibujan.
La fantasía del artista, tu verdad.
Beso tus mejillas de papel.
Sueño verte.
Vuelvo a cada una de tus imágenes.
Veo, miro.
Vuelvo a mirar.
Te enamoro una vez más.

Mi noche.

Es tan tarde como noche y una luna plena.
En mis palabras tu nombre.

De ceniza y trueno, de nostalgia y besos.
Una noche en mi recuerdo.
Breve, breve.
Dos veces bueno.

Para mi Virginia.

Vamos y después te explico.
No quiero apabullarte, te cuento en el camino.
Vamos que no queda mucho tiempo, que me hago viejo y tengo frío.
El trayecto es hermoso, de inciertos destinos.
Vamos que somos pocos.
Parte hoy y en breve nos elegimos.
Dale, dale que salimos.
En este recorrido no seremos siempre los mismos.
Solo puedo asegurarte, que hoy somos amantes y luego más que amigos.
Dale!
Quiero un mundo contigo.
Quiero formar todo.
No te prepares tanto.
Hace rato que partimos.

Antojo.

Un suspiro me destroza el alma.
Y en mi suspiro tu nombre, nuestra distancia.
El sueño se agrieta, se raja.

¿Cuánto falta para verte?
¿Cuánto resta mi mañana?

Me viajo en verte, te surco en vuelo.
Te rezo, aliento.
Te veo en prosa.

Ayer o mañana.

Me inunda la tristeza.
Y una mirada se posa.
Un punto fijo e inmóvil.
El tiempo pasa.
La vida se detiene.

antes

Túneles, recovecos de ambulantes. Sombríos, polvorientos. Caminos de sombra. Caminos errantes.
Pasajes adoquinados, incómodos; obsoletos. Calles para uno.
El café me espera en la misma esquina, como si el amor fuese parte de la eternidad.

V.

Somos siempre nuevos, tan originales como la primera vez.
Son las sonrisas las que parecen más grandes, como los acertijos de espejos o los juegos que olvido en el patio de atrás.
Es tu sonrisa el principio.
Una sonrisa en silencio, una que contagia cuando terminamos de hablar.
Una mirada que permanece como recuerdo, que me acompaña a soñar.
Viajamos para siempre retornar.

Apenas.

Si el mundo terminara hoy; nada seria capaz de definir el amor.
Ningún objeto tiene su presencia y apenas el mar en su receta, apenas.

Un resto de amor anda por las estrellas.
Algo de amor.

Entre tus ojos y mi mirada.

El anhelo de los otros.

Los veo, se muerden los labios por ser figura.
Todos sueñan la misma trama. Una vida solapada, una mente brillante; oculta y permanente.
El momento indicado, un hecho. Un testigo valioso.
Dar el giro.
Trascender.

Todos sueñan ser alguien.
Que hagan silencio sus pares, mientras hablan.
Quieren respeto, renombre; fama. Te veo.
Te veo y lo único que pienso es en los miedos.
Miedo a morirte, a desaparecer de la memoria.
Miedo a ser menos, ser uno más de "los sin gloria".
Miedo a perderte los aplausos.

El ego de los hombres, no es más que el chiquitaje de los tontos.

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Seguime.

Siempre rabiosa, como encantada. En el bello juego de tus miradas. Envuelto; perdido en el anhelo de tus besos; en el antojo de tu sed. Caigo, siempre rendido. Soy tan feliz. Busco tus ánimos y en ellos, todo de mí. Enredos. Hago tu piel. Anido. Vivo. Vuelo distinto. Olvido; esa nostalgia en asfixia; la falta de sonrisas. Las tristezas de ayer. Te sigo. Andamos sueltos. ¿Me seguís?