Tropezar y tropezar... con la misma piedra.
Elegir a otra para que responda igual.
Repetir respuestas sin preguntas.
Destrozarte la vida en un golpe.
Creo que Dexter algo sabe. Está en nuestro ADN.
El carácter hereditario, la sensación de responder a un patrón.
El impulso parece escrito en la antigua vida de tu antecesor.
Un movimiento, un gesto; una reacción.
Un modo de mirar, de asimilar; de sentir.
Creo haber elegido no repetir errores. Pero pago cada una de las consecuencias, vivo con la incertidumbre a cuestas.
Consciente de la lucha interna, me estanco en crisis y cada día siento que puedo salir.
Los secretos duran poco.
miércoles, 29 de junio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
Mucho antes que ayer.
Un par de colores,
Mirarte sin sonreír.
Hablarte sin tenerte presente,
Llevarte a pasear en mí.
Un día que llueve.
Un día sin sol.
Nubes negras explotan.
El azar sin tacto,
Inquietante e inoportuno.
Algo hace mella.
Diez gotas en mí.
Mirarte sin sonreír.
Hablarte sin tenerte presente,
Llevarte a pasear en mí.
Un día que llueve.
Un día sin sol.
Nubes negras explotan.
El azar sin tacto,
Inquietante e inoportuno.
Algo hace mella.
Diez gotas en mí.
Un último Martes de Junio
Un blog se llena de todo lo que no digo cuando te miro a los ojos.
Se llena de ellos si escribe ella.
Se llena de silencio.
Ocupa un pensamiento y a veces reflexiona.
Como si fuera el monologo ególatra de un twittero.
Un intento inteligente para creerte distinto.
Un blog se llena de letras.
Se llena de ellas si escribe él.
Dibuja el camino confuso de los "sin destino".
Sin el eco del otro.
Nace inconcluso.
Se llena de ellos si escribe ella.
Se llena de silencio.
Ocupa un pensamiento y a veces reflexiona.
Como si fuera el monologo ególatra de un twittero.
Un intento inteligente para creerte distinto.
Un blog se llena de letras.
Se llena de ellas si escribe él.
Dibuja el camino confuso de los "sin destino".
Sin el eco del otro.
Nace inconcluso.
Sin mi.
Me había olvidado (como si fuera posible), me había dejado a un costado. Bastaba con ser testigo, riendo de a ratos. Adulando a la tristeza, el motor de mi único sufrimiento.
Dejaron de importarme las cosas que importan.
Dejaron de importarme las cosas que importan.
miércoles, 1 de junio de 2011
Historia antigua.
Todos los olvidos del tiempo hablan de mirar al cielo.
El anhelo de volar.
Los de las pirámides sabían del mundo moderno. Cómo no saberlo, si conocían el camino de cada estrella en el universo. No temían por Roma y menos por los griegos.
Llenaron de trampas sus tumbas, escondiendo tesoros; diagramando el viaje entre la muerte y el más allá.
El proceso del mundo siguió su curso y todas sus proyecciones se fueron cumpliendo. Las culturas llegaron, se establecieron y perecieron. Sin presente ni registro, se hicieron historia. Y en ese camino, las riquezas se hicieron objetos y de objetos al saqueo.
Sin embargo, ni toda la arena del desierto logró ocultar el hambre voraz de la Era Moderna.
El miedo ancestral de todas la culturas se hace real.
Alas metálicas de vuelo rasante.
El poder bestial del hombre gobierna. Sin alma ni credo.
Un ojo en el cielo.
El anhelo de volar.
Los de las pirámides sabían del mundo moderno. Cómo no saberlo, si conocían el camino de cada estrella en el universo. No temían por Roma y menos por los griegos.
Llenaron de trampas sus tumbas, escondiendo tesoros; diagramando el viaje entre la muerte y el más allá.
El proceso del mundo siguió su curso y todas sus proyecciones se fueron cumpliendo. Las culturas llegaron, se establecieron y perecieron. Sin presente ni registro, se hicieron historia. Y en ese camino, las riquezas se hicieron objetos y de objetos al saqueo.
Sin embargo, ni toda la arena del desierto logró ocultar el hambre voraz de la Era Moderna.
El miedo ancestral de todas la culturas se hace real.
Alas metálicas de vuelo rasante.
El poder bestial del hombre gobierna. Sin alma ni credo.
Un ojo en el cielo.
Todo influye.
Me cansé de sufrir, sufrí mucho y aprendí que el dolor resta, la angustia ahoga y el miedo frena.
Conozco todos los niveles que hunden y alejan la felicidad.
Aprendí la influencia negativa de la música, la vibración oculta de las malas palabras y los malos hábitos.
También existen las sentencias ajenas, las proyecciones sobre tu personalidad, sobre tus acciones. Como si el espejo de quien las nombra fuese tu peso; desligarme de esa carga es parte de mi cambio.
Por eso, desde hace un tiempo, me corrí de lugar.
Me tomo el trabajo de controlar mis emociones y de obviar las malas intensiones ajenas.
Elijo los buenos pensamientos.
Si vibras jodido, que no te extrañe, verme poco seguido.
Conozco todos los niveles que hunden y alejan la felicidad.
Aprendí la influencia negativa de la música, la vibración oculta de las malas palabras y los malos hábitos.
También existen las sentencias ajenas, las proyecciones sobre tu personalidad, sobre tus acciones. Como si el espejo de quien las nombra fuese tu peso; desligarme de esa carga es parte de mi cambio.
Por eso, desde hace un tiempo, me corrí de lugar.
Me tomo el trabajo de controlar mis emociones y de obviar las malas intensiones ajenas.
Elijo los buenos pensamientos.
Si vibras jodido, que no te extrañe, verme poco seguido.
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