Un paso largo frente al espejo y practico, te muestro con una mirada que soy interesante; hago un silencio para que entiendas que tengo una idea picara, pero sonrío tibiamente para que creas que me da pudor.
De golpe somos dos, ente mis ojos y el espejo. Busco tocarte apenas la espalda a modo de permiso. Sentirte en mi palma, saber si sos tibia. Acariciarte sin la promesa, con cariño.
Vuelvo y el espejo se llena de palabras. Digo frases escuchadas y el hallazgo cursi se hace confesión. Busco diez maneras de decirte; esquivando las penas; olvidando lo malo; las viejas desgracias; los caminos truncos del amor.
Vuelvo y ensayo que no se noten los miedos. Aprendo a pararme en mi mejor ángulo, a ubicar con rapidez la mejor luz. Se como ponerme para tapar las cicatrices y esconder el dolor.
Ensayo el tiempo exacto; entre el pudor y mi silencio.
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