miércoles, 13 de abril de 2011

Divina

Ella canta y me gusta escucharla. No reconozco la diferencia entre el talento y la belleza; y menos aún entre el deseo y la admiración.

Ella sabe mirarme de lejos.

Es de las lindas. Suave, de palabras bonitas.
Una chica atenta, que simula distraerse.
Seguro anda en bicicleta los domingos al mediodía, sueña con Francia y en un París de invierno promete amor eterno.
Es de las que seducen en movimiento.
... y seguro piensa más de lo que dice.

Yo me rindo.

No aprendo como acercarme. Me olvido.
Quiero ser inolvidable.
Quiero ser su última cita, su primer amor.

Ella todavía no lo sabe.

2 comentarios:

  1. Interesante...aUN No he tenido tiempo para leer con el tiempo que se merece tu blog, lo reservo para el sabado a la tarde con un tecito en mano y una mantita en los pies. Un saludo!

    ResponderEliminar