sábado, 1 de mayo de 2010

Parapapa

Me tocó crecer y verte como persona. Me tocó entender que me querías de a ratos y a la distancia. Que te era más fácil hablar de mí, que mirarme al hablar. Que rellenabas silencios con frases hechas. Que rezabas para no sentir culpa. Que ocupabas espacios con gente que te avergonzaba presentar.
Aprendí que no creías en mí, y fue ahí que encontré el origen de ese chiflido asmático que seca y calla.

Hoy borré tu dirección de mi correo y tu número de mi teléfono, siendo moderno, hoy empieza mi duelo; aunque sigas vivo en tu plegaria.

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