Uno más del montón. Haciendo las mismas sonrisas e interviniendo en cada comentario, buscando elevar cada pensamiento, parecer interesante, sofisticado y no lineal.
Una reunión de miles para dos. Un encuentro de varios para dos.
El momento exacto donde un dialogo hace invisibles a los otros.
Mirarte a los ojos y entender un idioma sin palabras.
En un momento, fuimos parte de un todo. Fuimos por estar.
Éramos el mismo corte de moda; la risa nerviosa; una charla del clima y moríamos por bailar.
Fuimos el refugio de culto para poco autores.
Éramos de a ratos, un aspecto en común.
Y en ese primer paso... huíamos del universo.
Muchos fueron relleno del primer momento.
De a dos construimos algo más que un amor.
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