Nadie nace distinto. Y a veces tengo el reparo de pedirte disculpas por creerlo.
Nadie anda seguro y el sentido de la vida cambia a cada segundo.
A veces parezco dormido. A veces miro sombrío.
A veces prefiero andar distraido.
Nadie sabe. Y prefiero creer que esta noche dormís pensando en mi.
Nadie sabe. Y busco mil maneras de vivir en tu memoria.
Nadie sabe, y sigo siendo en silencio.
No entiendo la diferencia, ni la suerte; del que duerme con frío.
No entiendo quien elige cada destino.
Una vez tuve el gesto y la duda entre la culpa y mi egoísmo, hicieron el resto.
Mi respeto a quien se entrega en la espera de la muerte.
Al que se abandona, se deja ir.
Nadie sabe si somos tan parecidos, o simplemente nos eligieron distintos destinos.
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