La soledad ajena me entristece más que la mia. Como esas viejas que andan solas con la ropa gastada, se unadan bolsas sentadas en la plaza. O como esos que se dejan solos en una esquina bajo el agua. Se humedecen en tristeza.
La nostalgia del que observa la alegria ajena y se abandona en la ventanilla de un colectivo.
Asi de llanto por la vida.
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