Sentado en un banco de plaza en medio de un pasillo. Piernas cruzadas y mirada perdida. Centrado en lo verde, entre tanto cemento. Lo pienso. Pienso y escribo. Y se relaja el titiritero. Se acomoda en silencio. Buscaba un momento a solas y se poblaron todos los asientos. Algunos no miden el espacio que ocupan. Y yo intentando seguir al margen.
Ese silencio sigue en mi.
Si no fuera musica, la olvidaria.
Remolinos en cada pensamiento.
Recuerdos que se olvidan en una caja. Lo dije o lo pensé. Despojos. El titiritero cree en la magia y se deja llevar. Los misterios suceden y el enigma aparece. Milagro entendernos. Sopla fuerte y es viento, bailan las hojas verdes. Parece que cada banco tiene dueño. Incomodidades y disgustos entre ajenos. Vuelve silencio. Milagro, la magia existe, bienvenido silencio.