sábado, 31 de diciembre de 2022

Hoy no.

Se pesan. Se acumulan.
Pequeños destellos del hartazgo. 
Scrolean el wasap.
Titila una notificación inexistente. 
Se aburren. 

Ya no es culpa de los muebles. 
Ni la alfombra en la pared.
Calculemos cada plato. Rellenamos de sabores.
Ocultemos el silencio.
El agobio. 

Algo incómodos. 
Estupefactos.
Es lo mismo en cada ventana.
Miles y miles de millones.
Tan distintos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario