1997

A tus ojos fui una chispa encantadora, unas palabras al viento. Fui ese chico distinto dispuesto a inquietarse. Fui un momento entre unas canciones. Un lugar en otro tiempo.

Para mi eras mucho más.

Se detuvo

El mundo se detuvo. 

Así, nada más.

Y esa oscuridad copaba la noche.

Ya no era tu silencio. 

Mi perpleja soledad.

La angustia corrompe tus copas vacías.

Algo se esconde en ésta incertidumbre. 

El muro crece y la jaula invisible. 

Ya sin viento ni luna, no crecen. 

Ausente.

Y son tantos los que ya no están. 

Reverse Time

Estado de alarma.

Ruge la selva, murmullo animal.

Algo se avecina. 

El octavo fuego y la furia salvaje.

Es la ira latente. 

Se quema entre las miradas hambrientas. 

Los que conocieron el miedo, huyeron.

Resta el avance absoluto. 

La última oscuridad. 

Ella

Lo lindo, lo tímido, y apabullante de estar parado frente al amor sin más herramientas que las ganas de besarte sin parar...

Así siempre.

juguemos

Existe un juego extraño, que adoramos jugar.

Tiene mezcla de tiempo y sincronicidad.

Se juega en espejo y es el reflejo,

el resultado final.

Ya no sé... 

Las reglas siempre cambian. 

Y nunca entiendo dónde pisar.

Se profundiza el silencio.

Incertidumbre constante. 

Pero las sonrisas son nuestras.

Te llevo conmigo.

Un poco de hoy y de ayer

El mejor Paez vive escondido en Drexler. Y la canción suena tímidamente. Ella despierta y yo sigo soñando. Se acurrucan los peluches. Y esa mezcla de madera y té, hace el aroma perfecto. Esa luz de media mañana y tarde plena. Sigamos con café y olvidemos el Terma. Sigamos de la mano, entre humo y ceniza. 

Adentro

Era lunes y no me había divertido. 

También era Diciembre y veinte años más.

Daltónico y húmedo. La vista en un punto fijo.

Sin ritmo, el sonido era del tren.

Eso tan negro convive.

Es la voz que se va.