Respiro profundo.
Por suerte hay alivio.
Aunque mi ventana no da al mar y el olor no sea a sal.
Aunque esos ojos no sean los que soñé.
Un momento.
¿Donde está el bosque que escondi?
¿Cual fue la siesta en la que me dormi?
Respiro. Y el mar se hace profundo.
Azul profundo.
La sal ahoga, como en un mal sueño.
¿Por qué encontrarte acá?
¿Por qué solo podes ser irreal?
¿Respiro?
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