Escribo para no ser leído.
E impune me desdigo.
Y en ésta distancia, mi soledad.
Puedo susurrar sin sentido, con el mismo sentido de volver a escribirte, enumerarte en cada palabra; reflejarte mi devoción.
Te hablo siendo un náufrago a tus ojos.
Y sobrevivo a tu ausencia.
Como sobrevivo a mi, por desearte.
Se desgarra y sangra. Y es justo porque duele. Se rompe. Se quiebra. Me indaga.
Qué hay de mi en tanta tristeza.
Qué hay de vos en éste silencio.
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