Algunos tienen el mínimo talento de distraernos.
Una película, una canción, una ilusión.
Una distracción y mucho yo.
Más de mi. Y sigo siendo hermético.
Nada es tan importante.
Y aparecen muchos a contarte y relatarte.
En algunos es muy importante su yo y más de ellos.
Una relación, su trabajo, su angustia del cuerpo.
Otra distracción y más silencio.
Otro silencio. Y más silencio.
Hermético.