ya no duele

Piedra y agua. 

Flotando en la profundidad. 

Oscura inmensidad. 

Alguien mira

Alguien mira.

Ya no existe el hombre solitario. 

La bestia y su rabia. 

Y esa mirada juzga.

Se esconde. Espía. 

Civilizados. 

Sin ruido ni ofensa.

Sobrio. Educado. 

Formalismo del mundo moderno.

Te miro. Te juzgo. Te espio. 

Te ignoro. Te margino.

Soberbia del mundo moderno. 

Dominados y sometidos. 

No preguntes

No sabía cómo empezar. 

Sí pregunta qué le digo. 

Enfrascado, era un buen término. 

Encapsulado. Flotante, disperso. 

Algunos momentos de genialidad no expresada. 

Como cualquier anónimo que se pierde en la inmensidad. 

Ausente. Frágil. 

Poco presente. 

Improbable. 

Mejor solo. 

Suelta

El hueco.

La profundidad oscura. 

Es silencio. 

El mayor de los temores. 

Se disfraza. Se enrosca. Se transforma. 

Esa angustia que pesa y se hace agua. 

Es aire.

Te respiro. Te llevo conmigo. 

Te sostengo infinito. 

Tu ausencia. 

Algo de mi vive en vos

Y suena. 

Suena en esencia. 

Sin canciones ni parlantes. 

Late en la piedra. 

Desierto en tinieblas. 

Solo el miedo le gana al dolor. 

El grito se desgarra. 

Y es ácido lo que carcome. 

Tan pesado y vacío. 

Tan robusto y hueco. 

Tan roto por dentro. 

Adentro

Oscuro. 

Dentro del bosque.

Cubierto de hojas negras. 

Ya no duele tu silencio. 

Soy la ceniza en el viento. 

Sin recuerdo. 

Soy el fuego muerto. 

en tu signo

Mar y montaña, y ese olor a sal.

Ese viento en la cara. 

Ese frio que pega.

Todo eso se cuela hasta hacerse hueso.

Como pescador en el mar.

Historia de un presente

Ya sé como empieza.

Que vamos y venimos.

Idealizando.

Chats,... audios. 

Y algo de tu brillo se hace habitual. 

Casi casi perfecto.

Apenas escucho la verdad. 

Hagamos de cuenta.

Sigamos sin pensar. 

Quizás por un rato.

Seamos un pacto. 

Aunque no sea seguro.

Insisto una vez más. 

Como si nunca hubiera dolido. 

Y es en el viento donde huele a vencido.