jueves, 26 de abril de 2012

Esta noche.

Me nieblo, difuso.
Apenas sonrío en reflejos, y a tus ojos.
Me garúo, me desvivo a tu sombra.

Si tus lunas, si mis noches.



viernes, 20 de abril de 2012

SerEs

Esto.
Esto eso.
Esto eso es.

Claramente de "esto" a "eso" el problema es la T; pero para ser (siempre) se complica.

viernes, 13 de abril de 2012

Sin luces.


Hablo de partes, hablo de silencio.
De sonrisas sin antes.

De eso que suena, que enciende ideas.
Prende el reflejo de amarte.

Y para mirarte, cierro los ojos.

Suena.

Las letras dejan de ser para sonar tu nombre.
Te robas el sentido.
Y te leo, te veo, entre esquinas y calles,
será que me llevo entre tus vocales.


lunes, 2 de abril de 2012

Otro Lunes.

Siempre de a Lunes y en tu rutina, mis escritos.
Hoy te hablo sin mirarte.
El primero de la semana se impuso sin reflejos y los significados vuelan sin reparo.
A mi espalda los caídos y en tu cielo mil silencios.
Le hablo a tus ojos. Le escribo al instinto.

De lejos vi.

¿Cómo esta Madrid?
¿Amanecen las puertas de par en par como las soñé?

Han quedado pegados mis escritos en Navas del Rey, como si en las Puerta del Ángel, perdieras el enredo de sus calles y vivieras para mi.

Vamos que sale el sol y de a ratos, me mareo en el revuelo.
Es la mañana. Y en la tristeza de la tarde, morirán mi poesías a tus pies.
Vamos, que todo envejece.
Vamos rápido o quedaremos viejos para cuando llegue la noche.
Vamos que me pierdo fácil y quedará poco de mí para después.


Al Si, eternamente.

Si fuera cierto.
Si en mis manos cabiera una parte.
Si un instante viviera la eternidad.

Si valiera más que el dinero.
Si viajar fuera solo deseo.
Si el deseo fuese tan exacto como el cambio.

Si sonara más fuerte que el mar.
Si un rugido fuera suficiente.
Si el dolor ocupara una calle y el universo lleno de felicidad.

Si dos notas hicieran historia.
Si mis besos calmaran tu ansiedad.
Si pudieras vibrar en Do.

Si mil frases fuesen.
Si mil sueños hicieran una realidad.
Si mil veces empezáramos para no terminar.

Si mil roces hicieran un amor.
Si mil años fuesen algo.
Si mil  y mil dijeran si.

Dos noches.

Me alojo donde sopla viento.Me dejo de olvido.
Te encuentro en el sonido ajeno.
En las melodías, Virginia.
Te encuentro en la prosa talentosa de cada letra.
Te leo, me hundo en tus armonías.
Me tengo.   
 

Hace más de treinta...

Afuera suena algo, suenan los llantos alejados y es en una plaza de recuerdos, un mar de pañuelos blancos.
Es el llanto mudo, la grieta seca; esa furia añeja.
Una injusticia, tan desleal como ingrata y es un presente pacifico, el mejor momento para recordarla.
Mis pasos por esta plaza, mis pasos como los de tantos. Historias de a retazos.
Locuras del mundo imaginario, sanguíneos, virulentos; demenciales de poder.
Y son mis pasos el eco de los tuyos y en tu cabeza los recuerdos se hacen mios. Reflexivos.
Seguimos reflexivos; pero entre latidos un silencio, por los que se fueron y no pueden regresar.
Una plaza se tiñe, se apaga.


Sin incertidumbre ni desolación.

Quisiera volver a ser ajenos. Morir de ansiedad por un beso. Imaginar tus silencios. Pasar por tu puerta, mirarte de lejos, confundirte; y esperar un milagro para vibrar con vos.
Descubrirte y fundirme. Viajar en formas, extasiarme de amor. 
Quiero mirarte sin saber el sonido de tu nombre.
Soprenderme por la suavidad de tu alma.
La verborragia de tu humor.
Caer rendido y sin aliento.
Entregarme sin temor.

 


Un domingo en tus brazos.

Me pierdo entre tanto.
Te espero sin acuerdos ni contratos.
Te encuentro y es brillo, es risa y te hablo.
Algo se dibuja a tu lado, es armonía en tus besos; es el amor sin retrasos.
Una onda gira, enredándonos. Las caricias del aire.
Lo sensible. Parte de mi y en vos; es tanto.
Te amo en un beso y de la mano el mundo no es lugar extraño.



Empiezo a creer que el amor no hace daño.